jueves, 19 de enero de 2012

Métodos anticonceptivos, por Laura Redondo.

sábado, 14 de enero de 2012

Presentacion Métodos Anticonceptivos

jueves, 12 de enero de 2012

ZONAS ERÓGENAS.

Las zonas erógenas son lugares de nuestro cuerpo donde las caricias producen sensaciones placenteras.
No se trata de puntos arbitrarios: son aquéllos en los que se concentra gran cantidad de terminaciones nerviosas y gracias a ello responden con una especial sensibilidad ante una estimulación adecuada. 


Las zonas primarias, son las partes del cuerpo más erógenas, las que mejor responden ante cualquier toque sensual y la mejor vía para llegar a la excitación sexual. Su estimulación son invitaciones descaradas al sexo. Por ejempo: la punta de los pezones y el clítoris en la mujer; el pene o las tetillas en el hombre.

Las zonas secundarias, como el cuello, el centro de la espalda, las orejas, la garganta, los labios, la parte anterior de las piernas, el ano, son partes del cuerpo que responden con altos niveles de placer y excitación, aunque con menor grado que las primarias.
De todas formas, la totalidad del cuerpo humano es una zona erógena, ya que la estimulación de cualquier punto es una fuente de sensaciones placenteras. Además, cada persona posee un mapa erógeno exclusivo y diferente. Por eso es muy importante que cada persona explore su cuerpo y descubra sus partes más erógenas.

La búsqueda de los puntos erógenos puede iniciarse por cualquier parte del cuerpo. Pies, párpados, brazos antepiernas, la nuca, el pelo y todo el resto de la superficie corporal están a la espera de ser explorados. El contacto y la estimulación de la piel es uno de los mayores componentes de la actividad sexual. Es muy importante aprender a acariciarse y a dejarse acariciar. No hay que concentrarse únicamente en las zonas erógenas comunes, ya que la piel está compuesta de una infinidad de puntos sensibles que hay que descubrir día tras día. Repetimos: el cuerpo entero es una enorme zona erógena, aunque en algunos puntos las sensaciones son mayores que en otros.


Las zonas erógenas 

El cabello
El masaje del cuero cabelludo produce un relax muy placentero, por lo que resulta recomendable al comienzo y al final del acto sexual. Utiliza los pulgares para dar a tu pareja suaves masajes circulares. También masajea las sienes y el centro de la frente.


Los ojos
Los párpados masculinos y femeninos están repletos de terminaciones nerviosas que se excitan facilmente. Los besos, los lamidos suaves con la lengua y las suaves caricias con los dedos, producen sensaciones muy agradables y estimulantes.



Las orejas
Las orejas son partes del cuerpo muy sensibles, y en contra de la creencia general, las de los hombres suelen serlo más que las de las mujeres. Hay dos partes muy sensibles en los dos sexos: el lóbulo de la oreja y la parte trasera. Sin importar el sexo de tu pareja, prueba la siguiente técnica: introduce la punta de tu lengua en el interior de su oreja y traza circulitos. Después lame el lóbulo de la oreja y aprisionalo entre tus labios, apretandolo suavemente. Puedes repetir los movimientos y alternar con caricias en las otras partes de la oreja con tu lengua y tus labios. También puedes soplar un poco, detrás de la oreja. Si a estas caricias y mimos le añades una dosis de palabras cariñosas y de suaves susurros seguro que derritirán de placer a tu pareja.


La boca
La sensibilidad de los labios aumenta con la excitación haciéndolos muy sensibles al roce y la caricia de otros labios y otras partes del cuerpo. La lengua permite realizar suaves caricias en cualquier parte del cuerpo de tu pareja y es para muchas personas, el vehículo para obtener los juegos sexuales más sensuales y excitantes.



Cuello, nuca y hombros
Con las manos o la boca se pueden estimular estas zonas de especial sensibilidad produciendo placenteros escalofríos. En el caso de que tu pareja sea un hombre, tendrías que proceder con energía, ya que su piel en el cuello es más gruesa, y además, muchos hombres interpretan una boca agresiva como un signo de excitación. A mayor presión sobre el cuello masculino, más placer y excitación le producirás. Si tu pareja es una mujer, besa, lame y acaricia su cuello, y además frota y masajea con suavidad los hombros. Psicológicamente, la nuca transmite una sensación de confianza a quien recibe la caricia, y de ternura al que la lleva a cabo.



Pechos
El pecho del hombre responde sexualmente pero con menos intensidad que el de la mujer. Los senos de una mujer son muy sensibles sexualmente y se trata de un centro de placer sexual femenino. Los pechos pueden ser estimulados de muchas maneras.

Pueden ser acariciados y masajeados, mediante besos, lamidos, etc. 
de masturbación masculina con la pareja es muy excitante para muchos hombres y mujeres.
Los pezones son extremadamente sensibles tanto en los hombres como en las mujeres. Se pueden soplar, succionar, pellizcar suavemente o apretar entre los labios mientras se le dan ligeros toques con la lengua. 


Brazos
Una estimulación manual suave en la zona axilar y la cara interna del antebrazo resulta muy placentera, pero siempre que se evite producir cosquillas. Como extensión de la línea mamaria requiere una estimulación muy suave.
La parte interna del codo resulta una zona erógena de carácter secundario y tiene utilidad en combinación con otras zonas, pero no de forma independiente.
Las manos tienen más de 40.000 terminaciones nerviosas esperando a ser estimuladas!
La receptividad nerviosa de los dedos es utilizada continuamente para sentir las texturas, formas y rugosidades de las cosas. Esta sensibilidad los convierte en un medio muy adecuado para sentir el cuerpo de la pareja.


Espalda
A los lados de la columna vertebral se localizan una serie de nervios que pueden estimularse de forma muy efectiva por medio oral o manual, siempre en sentido ascendente o descendente. Frente al hueso sacro existe una zona más sensible que el resto, donde se juntan espalda y trasero.


Vientre
Responde muy bien a frotamientos y besos suaves. El área alrededor del ombligo es muy sensible en las mujeres.
No toda estimulación de una zona erógena será siempre placentera. Depende de varios factores, como la destreza del amante en la estimulación, o simplemente en la predisposición del receptor/a. El descubrimiento y exploración de las zonas erógenas debe ser cariñoso, sensual, y pensado, es decir, decidiendo previamente qué partes del cuerpo quedan fuera del juego (si las hay). Además, no todas las terminaciones nerviosas existentes son iguales para todos y por lo tanto no todos tenemos las mismas zonas erógenas con igual nivel de sensibilidad. Depende de cada persona.

En el hombre, el área que va del ombligo al pubis está repleta de terminaciones nerviosas. Para excitarlas, traza una linea vertical por ese camino, no sólo con las manos, también con la lengua y los labios. Lame, succiona, y mordisquea. 

Las ingles
Especialmente sensible en los hombres. Recorre la ingle con los dedos, y haz un suave masaje desde la cadera hasta el interior del músculo. 


Muslos
El muslo interior, donde la piel es más suave, es un área muy sensible que puede ser fuente de placer si se acaricia, lame o besa.


Nalgas
Contienen muchas terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas con facilidad mediante pequeñas palmadas o fricciones. 


Próstata
Es el llamado punto G masculino por las sensaciones tan intensas que produce. La única forma de llegar hacía este músculo directamente es a través del ano, aunque puede estimularse también a través del perineo.


Ano
De gran sensibilidad tanto en el hombre como en la mujer. 


Perineo
La zona comprendida entre los órganos genitales y el ano es muy sensible a la estimulación y de la cual disfruta poca gente. En el caso de la mujer, esta zona reacciona muy bien a la presión de los dedos o a las caricias circulares. En el caso del hombre, es más sensible aún, debido a que bajo la piel de encuentra la próstata, el llamado punto G masculino.


Pies
Los pies están llenos de terminaciones nerviosas que proporcionan sensaciones muy placenteras. Eso si, siempre hay que actuar con mucho cuidado ya que con lo pies no existe tanto control que con las manos.


Los genitales 


Un punto especial merecen los genitales de ambos sexos, ya que contienen el mayor número de terminaciones nerviosas sensitivas y la estimulación de estas áreas produce las sensaciones sexuales más potentes.

Los genitales de la mujer 

El clítoris
Es la parte más sensible sexualmente del cuerpo de la mujer y la más fácil de estimular. Debe hacerse suavemente y sin precipitación, para que no resulte molesto.



La vagina
La entrada de la vagina es rica en terminaciones nerviosas y reacciona con intensidad a toda clase de caricias. Los labios menores de la vagina son mucho más sensibles que los mayores, sobretodo a lo largo de la superficie interior. En la pared frontal de la vagina se encuentra el denominado punto G, muy sensible a la estimulación erótica. 


Los genitales del hombre 


Los testículos
Son extremadamente sensibles. Pueden estimularse con la lengua, mediante suaves lamidos o manualmente mediante caricias. Siempre hay que ir con cuidado y no dar toques bruscos ni golpes. 


El pene
Es la zona más sensible de un hombre y por lo tanto donde recibe las sensaciones más intensas y placenteras. Todo el pene es muy sensible, pero hay dos partes que lo son extremamente:
El glande, o cabeza del pene, es extremadamente sensible, sobretodo en su extremo (la corona) ya que es particularmente rico en terminaciones nerviosas.
El frenillo, o tambíen llamado punto V del hombre.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Las fantasías sexuales.

Las fantasías sexuales son representaciones mentales creadas por el inconsciente teniendo como tema principal las relaciones sexuales.
Las fantasías eróticas son esas ensoñaciones, esos pensamientos, esas deliciosas imágenes que aparecen en nuestra mente y que nos hacen revivir o crear las situaciones más excitantes que en ese momento nos apetezca crear.
Las fantasías eróticas no implican una necesidad de tener que cumplirlas, solo es algo con lo que te gusta recrearte, con lo que te apetece disfrutar en tu mente, y en el caso de que así lo desees las puedes llevar a la práctica.
Las fantasías son eso, fantasías, no hay que preocuparse por que nuestra pareja fantasee o por que un día nos encontremos pensando en el vecino del quinto (o vecina) mientras estamos en una relación erótica con nuestra pareja, sólo es una fantasía, una imagen, un recuerdo, un deseo, algo que te ayuda a estar en clave erótica, una ayuda para motivarte, para estimularte, para disfrutar.
Existen muchos malentendidos al respecto de las fantasías:
- Fantasía no es igual a infidelidad, a pesar de que muchas personas lo vivan como tal, y a no ser que en tu pareja lo hayáis establecido así, pero en el pensamiento nadie manda, esa fantasía no la puedes controlar, algo que te gusta no lo puedes ocultar, así que tú decides.
- Fantasear no implica llevarlo a la acción, es decir, muchas personas se asustan cuando tienen fantasías, heterosexuales (cuando son homosexuales) u homosexuales (cuando son heterosexuales), o cuando fantasean con personas cercanas, amigos/as, compañeros/as de trabajo, situaciones o acciones tabú como ser atado/a, juegos de roles, fetichismo...no hay necesidad de asustarse por nada, te gusta, te excita, te divierte, ya está, ¡pásalo bien!
- No tienes por qué compartir tus fantasías con nadie, si no te apetece, no tienes por qué contarle a tu pareja lo que estás fantaseando si no lo deseas, si lo deseáis ambos o ambas adelante, puede ser una experiencia muy excitante.

jueves, 1 de diciembre de 2011

DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA.


Las siglas VIH significan: Virus de inmunodeficiencia humana
El VIH es un virus. Los virus tales como el VIH no pueden crecer o reproducirse por sí mismos, deben infectar las células de un organismo vivo para duplicarse (es decir, hacer copias nuevas de sí mismos). El sistema inmunológico humano a menudo encuentra y mata a los virus con relativa rapidez. No obstante, el VIH ataca el sistema inmunológico mismo, es decir, aquel que se encarga de deshacerse de los virus.
Con alrededor de 2,6 millones de infectados en el 2009, se calcula que hay 33,3 millones de personas en el mundo que viven con VIH, millones de los cuales han desarrollado SIDA.
El virus del VIH provoca el desarrollo del SIDA al dañar las células del sistema inmunológico hasta que éste ya no pueda combatir otras infecciones que a menudo podría evitar.
Se tarda un período promedio de 10 años para que alguien infectado con el virus del VIH desarrolle SIDA. No obstante, este promedio se basa en que la persona infectada se alimente en forma razonable. Más precisamente, alguien que presenta problemas de desnutrición puede desarrollar SIDA con mayor rapidez.

TRATAMIENTO
Los medicamentos antirretrovíricos reducen los niveles de VIH en el cuerpo, de manera tal que el sistema inmunológico pueda recuperarse y funcionar de forma eficaz. Los medicamentos antirretrovíricos les permiten a numerosas personas VIH positivo gozar de una vida larga y saludable.
El comienzo de un tratamiento antirretrovírico para tratar la infección con VIH implica un compromiso. Es decir, los medicamentos se deben tomar todos los días y durante el resto de la vida del infectado. Seguir el tratamiento es importante, especialmente porque no hacerlo incrementa el riesgo de la resistencia al medicamento. Los efectos secundarios de los medicamentos del VIH pueden provocar que el cumplimiento del tratamiento se dificulte. Además, tales medicamentos suelen ser muy fuertes. Hay formas de reducir el impacto de estos efectos secundarios, pero a veces es necesario abandonar el tratamiento anterior y empezar un régimen de tratamiento alternativo.
Hay más de 20 medicamentos antirretrovíricos que están aprobados para el tratamiento de esta infección en los Estados Unidos y Europa, además de los nuevos medicamentos que actualmente están en etapa de estudio. Aunque el tratamiento para el VIH se ha vuelto más accesible en los últimos años, el acceso al tratamiento antirretrovírico presenta restricciones en algunas partes del mundo debido a la falta de fondos.
TRANSMISIÓN
El VIH se encuentra en la sangre y fluidos sexuales de una persona infectada y en la leche materna de una madre infectada. La transmisión del VIH se produce cuando una cantidad suficiente de estos fluidos ingresa en el torrente sanguíneo de otra persona.
Hay varias formas en las cuales una persona puede infectarse con VIH:
Relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. La práctica de relaciones sexuales sin preservativo acarrea el riesgo de infección.
Contacto con la sangre de una persona infectada. Si una cantidad suficiente de sangre que pertenece a un infectado ingresa en el cuerpo de otra persona, el virus se puede transmitir.
Uso de hemoderivados infectados. Hace algunos años, numerosas personas se infectaron con VIH a través del uso de transfusiones de sangre y hemoderivados que estaban contaminados con el virus. En diversos lugares del mundo, esto ya no constituye un riesgo significativo, ya que las donaciones de sangre se analizan en busca del virus del VIH.
Drogas inyectables. El VIH puede transmitirse al utilizar equipos que han sido utilizados previamente por personas infectadas. En muchas partes del mundo, debido a que es ilegal su posesión, se comparten los equipos inyectables y las jeringas.
De madre a hijo. El VIH se puede transmitir de una madre infectada a su hijo durante el embarazo, el parto y la alimentación por leche materna.
Determinados grupos de personas, como los consumidores de drogas inyectables, las trabajadoras sexuales, los prisioneros y los hombres que han tenido sexo con otros hombres se ven particularmente afectados por el VIH. No obstante, el VIH puede infectar a cualquier persona, y todos debemos asegurarnos de conocer cómo podemos o no infectarnos.
POSIBLES SÍNTOMAS.
Algunas personas muestran síntomas de alguna enfermedad en las siguientes 6 semanas posteriores a la infección con el VIH. Estos síntomas son:
·         Fiebre
·         Dolor de cabeza
·         Glándulas inflamadas
·         Cansancio
·         Dolor de músculos y articulaciones
·         Dolor de garganta

PREVENCIÓN
A pesar de los razonables estudios e inversiones, actualmente no hay una vacuna para el VIH. Los microbicidas (diseñados para evitar que el VIH se transmita durante las relaciones sexuales) aún están siendo analizados. Sin embargo, hay otras maneras para que la gente pueda protegerse de esta infección, lo que constituye la base de la prevención del VIH alrededor del mundo.
La información sobre el VIH y sus métodos de transmisión son una parte esencial de la prevención. La información sobre el VIH debe proporcionarse sobre la base de la cultura del lugar donde ésta se ofrece. Además, este intercambio de información se puede realizar en diversos entornos, tales como la escuela, campañas en los medios de comunicación o educación entre pares.
La mejor manera de evitar el contagio del VIH es el no sostener relaciones sexuales ni compartir agujas. Si decides tener relaciones sexuales, siempre deberás practicar el sexo seguro.
Limita el número de compañeros/as sexuales y/o asegúrate de siempre utilizar el condón de manera correcta cada vez que mantengas relaciones sexuales vaginales, anales u orales. El uso de condones y barreras de látex durante la relación sexual disminuye el riesgo de contagio de VIH.

Usa agujas estériles si planeas hacerte un tatuaje o alguna perforación (piercing) o si usas drogas intravenosas. Esto disminuye el riesgo de contagio de VIH. No te realices perforaciones en la piel a menos que estés seguro de que hayan sido bien esterilizadas las agujas.

No compartas objetos personales como cuchillas ni cepillos de dientes. Estos objetos pueden tener rastros de sangre que pueden contener el virus (si la sangre es de alguien que sea VIH+).

¡Realízate la prueba! Puedes asegurarte de que tú y tu pareja se realicen la prueba del VIH antes de tener relaciones sexuales.

n  Cómo evitar la transmisión del VIH de madre a hijo/hija.
Este tipo de transmisión se puede evitar a través del uso de drogas antirretrovíricas, lo que reduce las posibilidades de que el niño se infecte de un 25% a un porcentaje menor al 2%. Una vez que el niño ha nacido, las prácticas de alimentación segura también pueden reducir el riesgo de la transmisión de la infección.
Para tomar estas precauciones, una madre VIH positivo debe conocer su estado. Por esto, la realización de pruebas de detección del VIH durante el embarazo es una medida crucial de prevención

¡ CUÍDATE !

martes, 29 de noviembre de 2011

Háblales de sexo !




Si ya eres madre o padre y no sabes cómo hablar de sexo con tu hija o hijo, te pasamos el enlace de algunas páginas web dónde te darán las directrices de cómo hacerlo,qué deben saber y la importancia que tiene hacerlo. Recuerda: todas las personas adultas fuimos antes adolescentes, y sabemos la curiosidad que se siente por todo, la cual, con falta de información y comprensión, se puede convertir en una ETS o un embarazo no deseado.


Aquí os dejamos también una pequeña guía publicada por la OMS para la educación sexual, esperemos que os sea de utilidad !

viernes, 25 de noviembre de 2011

Orientaciones sexuales


Durante los años de la adolescencia, los sentimientos sexuales se despiertan de nuevas formas debido a los cambios físicos y hormonales que se producen en la pubertad. Estos cambios afectan tanto al cuerpo como a la mente y es posible que los/las adolescentes se hagan preguntas sobre nuevos sentimientos sexuales.

A muchas personas les lleva tiempo comprender quiénes son y en qué se están transformando. Parte de esa comprensión incluye los sentimientos y atracciones sexuales de la persona.

El término “orientación sexual” se refiere al sexo (es decir, masculino o femenino) hacia el que la persona se siente atraída.

Muchos de los conceptos relativos a la orientación sexual (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad, etc.) se confunden a veces entre sí, sobre todo por falta de información y por exceso de prejuicios, por eso, vamos a intentar aclarar todo esto.

Existen diferentes tipos de orientación sexual:

Heterosexual (hacia el sexo opuesto): se caracteriza por la atracción sexual o el deseo amoroso hacia personas de distinto sexo. Además de referirse a una orientación sexual, el término heterosexualidad también se refiere al comportamiento sexual entre individuos de distinto sexo.

  
Homosexual (hacia el mismo sexo): es una orientación sexual y se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo. El anglicismo gay se refiere en singular o plural a individuos homosexuales; ha venido a sustituir términos castellanos en su totalidad malsonantes u ofensivos (como pueden ser culero, invertido, maricón, puto, sodomita, etc.).

La homosexualidad femenina se llama también lesbianismo o lesbianidad (calidad de lesbiana). Los adjetivos correspondientes son lésbico(s) y lésbica(s).

Bisexual (hacia ambos sexos) La bisexualidad es una orientación sexual que involucra atracción física y/o romántica hacia individuos de ambos sexos.


Asexual (falta de orientación sexual) La asexualidad es la falta de orientación y deseo sexuales. Las personas asexuales no sienten atracción sexual o física hacia ninguna otra persona y no sienten deseo por el placer sexual; por lo que no encajan dentro de ninguna orientación sexual definida y no es habitual que suelan enamorarse o tengan pareja. Sin embargo, aunque la definición de la asexualidad es muy ambigua, algunos tienden a tener parejas exclusivamente para una relación emocional; las parejas románticas y físicas no caen dentro del panorama asexual.


Pansexual (hacia todo o todos, incluyendo inclinación a las personas con ambigüedad sexual, transexuales/transgéneros y hermafroditas).

La pansexualidad, omnisexualidad, polisexualidad o trisexualidad es una orientación sexual humana, caracterizada por la atracción estética, romántica o sexual por otras personas independientemente del sexo y género de las mismas. Por lo tanto, los pansexuales pueden sentirse atraídos por varones, mujeres y también por aquellas personas que no se sienten identificadas con la dicotomía varón/mujer o con la de masculino/femenino, incluyendo así, por ejemplo, a intersexuales, transexuales e intergéneros.